Sin dudas, ...¡eres Padre!!..

Sin dudas, ...¡eres Padre!!..
..y maravillosamente sorprendente, siempre eres NOVEDAD!!...SIN DUDA ERES PADRE!!...

sábado, 30 de abril de 2016

¡MES DE MAYO, MES DE MARÍA!!!....INDUDABLEMENTE!!!

Queridos amigos:

el mes de mayo es una oportunidad para dejar volar nuestros corazones y ser creativos para expresar nuestro amor a la Madre de Dios y Madre nuestra....



En principio, nuestra vida no es etérea, tiene una consistencia, nuestros pensamientos se vuelcan en palabras y nuestras palabras se plasman en hechos que vamos realizando a lo largo de las 24 horas de nuestros días....en consecuencia si nos llamámos católicos el amor a la Madre de Jesús debe ser evidenciado, demostrado, porque como bien dice el adagio popular: "las palabras se las lleva el viento".



Queridos lectores, 
podemos hacer de este mes de mayo un  mes diferente en nuestras vidas, Muchas veces todos nos lamentamos de la crisis existencial que atraviesa nuestra sociedad...pero nos dejamos absorber rápidamente por ella y nos vemos arrastrados consumiendo material y espiritualmente cosas nocivas a nuestras personas....aquí mencionamos programas televisivos, modas, social network, comportamientos en la familia (a veces el hogar se convierte en un hotel, donde todos utilizan "todos" los servicios pero muy pocos lo mantienen, etc,etc.. en otro artículo hablaré sobre este punto..)..y hasta consumimos comida chatarra...que lo único que hace es perjudicar nuestro organismo.





El mes de mayo es una oportunidad para crecer en el Espíritu...puedes:
  • preparar un altar con la imagen de la Virgen en un lugar especial de tu casa.
  • ofrecerle semanalmente un ramillete de flores.
  • escuchar música mariana mientras trabajas, la música eleva el alma.
  • organizar un momento de oración con algunas personas y cantarle.
  • ver un film sobre la Virgen Madre.
  • organizar un compartir y si alguien se anima ..contar aquello que más le gusta de María.
  • ofrecerle algo que te cuesta dar, hacer....y se lo ofreces en silencio.
  • ir a visitar a algún enfermo y compartir con él el santo rosario.
  • asistir los sábados a la Misa en su honor, recordar que los días sábados son días marianos.
  • organizar un domingo familiar...y ofrecer el santo rosario por la paz en las familias.
  • comprar material alusivo a la devoción mariana y regalarla.
  • aprovecha si tienes algún cumpleaños, aniversario...regala un objeto mariano que inspire el amor a la Virgen.
  • y...etc,etc,etc...lo que el Santo Espiritu de Dios te inspire....recuerden...

¡EL AMOR ES CREATIVO!!!...
es simple: el amor estimula la inteligencia y cuando hay motivación...entonces la razón humana se muestra en todas sus facultades y trabaja al máximo...¡Dios nos hizo así!!..y sabía perfectamente lo que hacía. Solo el AMOR da vida y solo él transmite verdaderamente.



En el mes de mayo tenemos grandes fiestas marianas:


  • El 2º domingo de mayo, es Día de la madre. (de la Madre de Dios y de nuestras mamás..)


  • 13 de mayo. La Virgen de Fátima. (Portugal)


  • 14 de mayo. Nuestra Señora de la Evangelización (Patrona de la Arquidiócesis de Lima)


  • 31 de mayo. La visitación de María a su prima Isabel.

  • En estos días podemos participar de la Eucaristía, en las liturgias que organicen las parroquias y tener algún detalle en la familia para resaltar la festividad y en consecuencia la presencia mariana en nuestras hogares, con los amigos, en los centros laborales, etc.

Sobre el origen del mes de mayo, obviamente no hay datos exactos, pero lo más aproximado se remonta :


  • al s. XIII, con el Rey de España, Alfonso X, que solía cantarle a la Virgen sus coplas.
  • Felipe Neri en el s.XVI, inicia el Mes de Mayo con los jóvenes, llevandole flores, cantos y sacrificios.
  • ya en el s.XIX los papas Pío VII y Pío VIII, conceden indulgencias a esta práctica de piedad.

Amigos,
una verdadera devoción mariana implica:
  • reconocerse como hijo de Dios.
  • recordar que Jesús nos entrega a su Madre, desde su Cruz.
  • que si somos hijos de la Virgen Madre, tenemos que esforzarnos por imitar sus virtudes.
  • su vida la encontramos en el Evangelio, tenemos que leer y meditar su vida para que la nuestra sea reflejo de Ella.
  • leer documentos escritos sobre la Virgen, especialmente los escritos de los papas y de los santos.
  • vivir las prácticas de piedad mariana...que harán diferentes nuestras vidas.



Siguiendo a María por los Evangelios :


Les dejo los textos bíblicos que nos hablan de María.


  • La Anunciación (Lc 1, 26) : 



26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
28 El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
29 Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
30 Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
31 Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
32 él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
34 María dijo al Angel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?».
35 El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
36 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,
37 porque no hay nada imposible para Dios».
38 María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el Angel se alejó.


  • La Visitación  (Lc 1, 39)



39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
42 exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
43 ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
44 Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
45 Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
46 María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor,
47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador,
48 porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
49 porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!
50 Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen.
51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.
52 Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia,
55 como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
56 María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
57 Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
58 Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
59 A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
60 pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
61 Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
62 Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
63 Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados. ]
64 Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
65 Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
66 Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.
67 Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
68 «Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo,
69 y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor,
70 como lo había anunciado mucho tiempo antes, por boca de sus santos profetas,
71 para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.
72 Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza,
73 del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
74 de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos,
75 lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante toda nuestra vida.
76 Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos,
77 para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados;
78 gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente,
79 para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
80 El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.


  • El Nacimiento (Lc 2, 1)



1 En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.
2 Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
3 Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
4 José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,
5 para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
6 Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre;
7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
8 En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
9 De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
10 pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:
11 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
12 Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
13 Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él».
15 Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado».
16 Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
17 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño,
18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los pastores.
19 Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
20 Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
21 Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se el puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Angel antes de su concepción.



  • La Presentación  (Lc 2, 22ss.)



22 Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,
23 como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor".
24 También debían ofrecer un sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
25 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
26 y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor.
27 Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
28 Angel lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
29 «Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,
30 porque mis ojos han visto la salvación
31 que preparaste delante de todos los pueblos:
32 luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel».
33 Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él.
34 Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción,
35 y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos».
36 Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casa en su juventud, había vivido siete años con su marido.
37 Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
38 Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
39 Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.



  • El Niño Jesús perdido y hallado en el templo (Lc 2, 40ss.)


40 El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
42 Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
43 y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
44 Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
45 Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
46 Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
47 Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
48 Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
49 Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?».
50 Ellos no entendieron lo que les decía.
51 El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
52 Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.



  • Las Bodas de Caná (Jn 2, 1ss.)


1 Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
2 Jesús también fue invitado con sus discípulos.
3 Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino».
4 Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía».
5 Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
7 Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde.
8 «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete». Así lo hicieron.
9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo
10 y les dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento».
11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.


  • María al pie de la cruz. (Jn 19, 25ss.)



25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
26 Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo».
27 Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.



Queridos amigos:


El amor a la Madre nos hace creativos..
les deseo un mayo sorprendente y lleno de las gracias de Dios ...paz y alegría a cada uno de ustedes...

Nota:
les dejo enlaces con material sobre la Virgen.
  • Música mariana:

  • Films sobre María: