Sin dudas, ...¡eres Padre!!..

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viernes, 26 de septiembre de 2025

VI. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Exequias niños


 

Queridos hermanos,

meditar, releer los acontecimientos de nuestra vida siempre resulta sanador y liberador, sobre todo, si lo hacemos a luz de la Palabra de Dios.

Del tema de la muerte, nadie está exento, tarde o temprano aterriza en la historia de nuestras vidas, de nuestras familias. Por ello, si nos revestimos de la sanadora y liberadora Palabra de Dios, el duelo se vive, se experimenta de manera distinta, con la serenidad del cristiano...

Feliz y santa meditación y que Dios fortalezca siempre nuestros corazones y los prepare paulatinamente, ¡para todo!...para poder responder a ejemplo de María, siempre virgen : "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"....




Fuente :

Misal Romano completo.

Andrés Pardo

Madrid. 1988

B.A.C

- Apéndice IV. Leccionario de difuntos. pg. 1343.

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I. PARA LAS EXEQUIAS DE NIÑOS BAUTIZADOS


ÍNDICE

I. LECTURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

1. Aniquilará la muerte para siempre

Lectura del profeta Isaías 25,6a.7-9

2. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor

Lectura del libro de las Lamentaciones 3,17-26


II. LECTURAS DEL NUEVO TESTAMENTO

1. Creemos que también viviremos con Cristo

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos   6,3-4.8.9

2. En la vida y en la muerte somos del Señor 

Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos  14,7-9

3. Por Cristo, todos volverán a la vida

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 15,20-23

4. Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios   1,3-5

5. Estaremos siempre con el Señor

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses.  4,13-14.17

6. Dios enjugará las lágrimas de sus ojos

Lectura del libro del Apocalipsis  7,9-10.15-17

7. Ya no habrá muerte

Lectura del libro del Apocalipsis  21,1a.3-5a.



III. SALMOS RESPONSORIALES

1. El Señor es mi pastor, nada me falta

Sal 22,1-3a.3b.4.5.6

2. A ti, Señor, levanto mi alma

Sal 24,4bc-5ab.6.7bc.20-21

3. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Sal 41,2.3.5bcd; 42,3.4.5

4. Alaben el nombre del Señor

Sal 148,1-2.11-12ab.12c-14a.14bcd


IV. ALELUYA Y VERSÍCULOS ANTES DEL EVANGELIO

1. Mt 11,25

2. Jn 6,39

3. 2 Cor 1,3b-4a


V. EVANGELIOS

1. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a la gente sencilla

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 11,25-30

2. Esta es la voluntad de mi Padre: que no pierda nada de lo que me dio

Lectura del santo evangelio según San Juan 6,37-40

3. El que come este pan tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día

Lectura del santo evangelio según San Juan 6,51-59

(Para un niño que ya ha participado en la eucaristía)

4. Si crees, verás la gloria de Dios

Lectura del santo evangelio según San Juan 11,32-38.40



II. PARA LAS EXEQUIAS DE NIÑOS 

NO BAUTIZADOS


PRIMERA LECTURA

1. Aniquilaré la muerte para siempre

Lectura del profeta Isaías 25,6a.7-9


SEGUNDA LECTURA

1. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor

Lectura del libro de las Lamentaciones 3,17-26


SALMO RESPONSORIAL

1. A ti, señor levanto mi alma

(o) Los que esperan en ti, no quedan defraudados

Sal 24,4bc-5ab.6.7bc.17 y 20

EVANGELIO

1. Jesús, dando un fuerte grito, expiró

Lectura del santo evangelio según San Marcos 15,33-46




LECTURAS BÍBLICAS


I. PARA LAS EXEQUIAS DE NIÑOS BAUTIZADOS



I. LECTURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO


1. Aniquilará la muerte para siempre

Lectura del profeta Isaías 25,6a.7-9


En aquél día preparará el Señor de los ejércitos, para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre.

El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros , y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país -lo ha dicho el Señor-. Aquel día se dirá: Aquí está nuestra Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación.


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2. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor

Lectura del libro de las Lamentaciones 3,17-26


Me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha; me digo: Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor. Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido.

Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión; antes bien se renuevan cada mañana. ¡Qué grande es tu fidelidad! <<El Señor es mi lote>>, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.


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II. LECTURAS DEL NUEVO TESTAMENTO


1. Creemos que también viviremos con Cristo

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos   6,3-4.8.9


Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo; fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos también que viviremos con él, pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él.


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2. En la vida y en la muerte somos del Señor 

Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos  14,7-9


Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno vive para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.


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3. Por Cristo, todos volverán a la vida

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 15,20-23


Hermanos: Cristo ha resucitado, primicia de todos los que han muerto. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.

Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los cristianos.



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4. Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios   1,3-5


Hermanos: Bendito sea Dios; Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo - antes de crear el mundo- para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. El nos ha destinado en la persona de Cristo -por pura iniciativa suya- a ser sus hijos.


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5. Estaremos siempre con el Señor

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses.  4,13-14.17


Hermanos: No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto en Jesús, Dios los llevará con él. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.


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6. Dios enjugará las lágrimas de sus ojos

Lectura del libro del Apocalipsis  7,9-10.15-17


Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: -¡La salvación es de nuestro Dios, que esta sentado en el trono, y del Cordero!

Por eso están ante el trono de Dios dándole culto día y noche en su templo. el que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.


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7. Ya no habrá muerte

Lectura del libro del Apocalipsis  21,1a.3-5a.


Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: -Esta es la morada De Dios con los hombres: acampará entre ellos. ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado. Y el que estaba sentado en el trono dijo: -Ahora hago el universo nuevo.


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III. SALMOS RESPONSORIALES

1. El Señor es mi pastor, nada me falta

Sal 22,1-3a.3b.4.5.6


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta;

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.


Me guía por el sendero justo, 

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras, 

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan.


Preparas una mesa ante mí, 

en frente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume, 

y mi copa rebosa.


Tu bondad y tu misericordia me acompañan 

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor 

por años sin término.



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2. A ti, Señor, levanto mi alma

Sal 24,4bc-5ab.6.7bc.20-21


R/. A ti, Señor, levanto mi alma.


Señor enséñame tus caminos,

instrúyeme en tus sendas,

haz que camine con lealtad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.


Recuerda, Señor, que tu ternura

y tu misericordia son eternas;

acuérdate de mí con misericordia son eternas;

acuérdate de mí con misericordia

por tu bondad, Señor.


Guarda mi vida y líbrame,

no quede yo defraudado de haber acudido a ti.

La inocencia y la rectitud me protegerán,

porque espero en ti.


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3. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Sal 41,2.3.5bcd; 42,3.4.5


R/. Mi alma tiene sed del Dios vivo: 

¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?


Como busca la sierva corrientes de agua,

así mi alma te busca a ti, Dios mío.

Tiene sed De Dios, del Dios vivo:

¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?


Y desahogo mi alma conmigo:

¡cómo marchaba a la cabeza del grupo

hacia la casa de Dios,

entre cantos de júbilo y alabanza,

en el bullicio de la fiesta!


Envía tu luz y tu verdad:

que ellas me guíen

y me conduzcan  hasta tu monte santo,

hasta tu morada.


Que yo me acerque al altar de Dios,

al Dios de mi alegría;

que te dé gracias al son de la cítara,

Dios, Dios mío.


¿Por qué te acongojas alma mía;

por qué te me turbas?

Espera en Dios, que volverás a alabarlo:

<<Salud de mi rostro, Dios mío>>.


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4. Alaben el nombre del Señor

Sal 148,1-2.11-12ab.12c-14a.14bcd


R/. Alaben el nombre del Señor


¡Aleluya!

Alabad al Señor en el cielo,

alabad al Señor en lo alto;

alabadlo todos sus ángeles,

alabadlo todos sus ejércitos.


Reyes y pueblos del orbe,

príncipes y jefes del mundo;

los jóvenes y también las doncellas,

los viejos junto con los niños.


Alaben el nombre del Señor,

el único nombre sublime.

Su Majestad sobre el cielo y la tierra;

él acrece el vigor de su pueblo.


Alabanza de todo sus fieles;

de Israel, su pueblo escogido.

¡Aleluya!


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IV. ALELUYA Y VERSÍCULOS ANTES DEL EVANGELIO


1. Mt 11,25

Te doy gracias, Padre, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.


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2. Jn 6,39

Esta es la voluntad de mi Padre: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.



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3. 2 Cor 1,3b-4a

Bendito sea el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones.


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V. EVANGELIOS


1. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a la gente sencilla

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

11,25-30


En aquél tiempo, Jesús exclamó: -Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo mas que el Padre, y nadie conoce al Padre  sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.


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2. Esta es la voluntad de mi Padre: que no pierda nada de lo que me dio

Lectura del santo evangelio según San Juan

6,37-40


En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de los que se me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.



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3. El que come este pan tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día

Lectura del santo evangelio según San Juan

(Para un niño que ya ha participado en la eucaristía)

6,51-59


En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: -Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

Disputaban entonces los judíos entre sí: -¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

Entonces Jesús les dijo: -Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él. el Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron  y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.


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4. Si crees, verás la gloria de Dios

Lectura del santo evangelio según San Juan

11,32-38.40


En aquél tiempo, cuando llegó María (hermana de Lázaro) a donde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole: -Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.

Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, sollozo y, muy conmovido, preguntó: -¡Dónde lo habéis enterrado?

Le contestaron: -Señor, ven a verlo.

Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban:

-¡Cómo lo quería!

Pero algunos dijeron: -Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?

Jesús, sollozando de nuevo, llega a la tumba. (Era una cavidad cubierta con una losa). Jesús le dice a Marta: -¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?


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II. PARA LAS EXEQUIAS DE NIÑOS 

NO BAUTIZADOS


PRIMERA LECTURA

1. Aniquilaré la muerte para siempre

Lectura del profeta Isaías 25,6a.7-9


En aquel día preparará el Señor de los ejércitos, para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre.

El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país -lo ha dicho el Señor-. Aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos  que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación.


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SEGUNDA LECTURA

1. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor

Lectura del libro de las Lamentaciones 3,17-26


Me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha; me digo: Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor. Fíjate en mi aflicción  y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido.

Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión; antes bien se renuevan cada mañana. ¡Qué grande es tu fidelidad! <<El Señor es mi lote>>, me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.



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SALMO RESPONSORIAL

1. A ti, señor levanto mi alma

(o) Los que esperan en ti, no quedan defraudados

Sal 24,4bc-5ab.6.7bc.17 y 20


R/. A ti, señor levanto mi alma

(o) Los que esperan en ti, no quedan defraudados


Señor, enséñame tus caminos, 

instrúyeme en tus sendas,

haz que camine con lealtad;

enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador.


Recuerda, Señor, que tu ternura

y tu misericordia son eternas;

acuérdate de mí con misericordia

por tu bondad, Señor.


Ensancha mi corazón oprimido

y sácame de mis tribulaciones.

Guarda mi vida y líbrame,

no quede yo defraudado de haber acudido a ti.


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EVANGELIO

1. Jesús, dando un fuerte grito, expiró

Lectura del santo evangelio según San Marcos 15,33-46

Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y a la media tarde, Jesús clamó con voz potente: -Eloí, Eloí, lamá sabactaní. (Que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?)

Algunos de los presentes, al oírlo, decían: -Mira, está llamando a Elías.

Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujeto a una caña, y le daba de beber diciendo: -Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.

Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: -Realmente este hombre era Hijo de Dios.

Había también unas mujeres que miraban desde lejos; entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de José y Salomé, que cuando él estaba en Galilea lo seguían para atenderlo; y otras muchas que habías subido con él a Jerusalén.

Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, noble magistrado, que también aguardaba el Reino de Dios; se presento decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extraño de que hubiera muerto ya; y llamando al centurión, le pregunto si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compro una sábana y lo puso en un sepulcro excavado en una roca, y rodó una piedra a la entrada del sepulcro.


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NOTA 

Si gustas, puedes también meditar los sgtes. textos bíblicos :

I. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas del Antiguo Testamento

II. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas del Nuevo Testamento

III. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Salmos Responsoriales

IV. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Aleluya y versículos antes del Evangelio

V. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Evangelios 

VI. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Exequias niños














San José, Patrono de la buena muerte...
ruega por nosotros, que recurrimos a ti.