Queridos hermanos,
creo que la mayoría conoce la famosísima oración al arcángel San Miguel, compuesta por el Papa León XIII.
Vamos a repasar algunos detalles que lo inspiraron a componerla.
Si bien, es cierto, que no existe ningún registro histórico de las circunstancias, testigos narran lo que aconteció en ese momento tan especial.
Se manifiesta que hay tres versiones, una larga (que quedó para el uso de la Congregación de Ritos, para uso de los exorcistas), una mediana y una más corta (que es la más popular).
Era el día 13 de octubre de 1884 (recordamos que 33 años después, el 13 de octubre de 1917, nuestra Madre Santísima se aparecería en Fátima (Portugal), es el día de su última aparición y concedió a los presentes ser testigos del maravilloso e imponente "milagro del sol"), Papa León XIII, terminaba de celebrar la santa misa, y cerca del tabernáculo, escuchó una conversación entre dos personas que lo dejó aterrado.
Era Dios y el diablo, vio demonios, escuchó blasfemias, burlas y la voz espeluznante del maligno. Éste le pedía a Dios 75 o 100 años para destruir la Iglesia y se jactaba de ello. También le pedía permiso para poder influir mejor sobre aquellos que colaborarían con él. A lo que Dios respondió, afirmativamente: "se te dará el tiempo y el poder". Luego ve a San Miguel aparecer y lanzarlos al infierno. - Por cierto, esto me hace recordar mucho al libro de Job, cuando el demonio le pide permiso, para probar la fe de Job, argumentando que solo le servía porque le había concedido muchos bienes.
Bueno, después de la alocución y visión, Papa León XIII, quedó tan impresionado y horrorizado, que compuso esta oración, dando un comunicado a todos los obispos del mundo, para que la rezaran después de la santa misa, como protección a la Iglesia del poder del maligno y de la francmasonería.
Posteriormente, san Juan Pablo II, exhortó a rezarla después de la santa misa.
Recémosla, queridos es hermanos es una oración muy poderosa y muy necesaria para nuestros tiempos...
Oración a San Miguel
León XIII
18 de mayo de 1890
Acta Apostolicae Sedis, p. 743.
Versión mediana :
"¡Oh glorioso príncipe de las milicias celestes,
san Miguel arcángel,
defiéndenos en el combate y en la terrible lucha que debemos sostener contra los principados y las potencias,
contra los príncipes de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos!
Ven en auxilio de los hombres que Dios ha creado inmortales, que formó a su imagen y semejanza y que rescató a gran precio de la tiranía del demonio. Combate en este día,
con el ejército de los santos ángeles,
los combates del Señor como en otro tiempo combatiste contra Lucifer, el jefe de los orgullosos,
y contra los ángeles apóstatas que fueron impotentes de resistirte
y para quien no hubo nunca jamás lugar en el cielo.
Si ese monstruo, esa antigua serpiente que se llama demonio y Satán,
él que seduce al mundo entero, fue precipitado con sus ángeles al fondo del abismo.
Pero he aquí que ese antiguo enemigo,
este primer homicida ha levantado ferozmente la cabeza.
Disfrazado como ángel de luz y seguido de toda la turba y seguido de espíritu malignos,
recorre el mundo entero para apoderarse de él y desterrar el Nombre de Dios y de su Cristo,
para hundir, matar y entregar a la perdición eterna a las almas destinadas a la eterna corona de gloria. Sobre hombres de espíritu perverso y de corazón corrupto,
este dragón malvado derrama también,
como un torrente de fango impuro el veneno de su malicia infernal,
es decir el espíritu de mentira,
de impiedad,
de blasfemia
y el soplo envenenado de la impudicia,
de los vicios y de todas las abominaciones. Enemigos llenos de astucia han colmado de oprobios y amarguras a la Iglesia,
esposa del Cordero inmaculado,
y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus manos criminales.
Aun en este lugar sagrado,
donde fue establecida la Sede de Pedro y la cátedra de la Verdad que debe iluminar al mundo,
han elevado el abominable trono de su impiedad
con el designio inicuo de herir al Pastor
y dispersar al rebaño.
Te suplicamos, pues, Oh príncipe invencible,
contra los ataques de esos espíritus réprobos,
auxilia al pueblo de Dios y dale la victoria.
Este pueblo te venera como su protector y su patrono,
y la Iglesia se gloría de tenerte como defensor contra los malignos poderes del infierno.
A ti te confió Dios el cuidado de conducir a las almas a la beatitud celeste.
¡Ah! Ruega pues al Dios de la paz que ponga bajo nuestros pies a Satanás vencido
y de tal manera abatido que no pueda nunca más mantener a los hombres en la esclavitud,
ni causar perjuicio a la Iglesia.
Presenta nuestras oraciones ante la mirada del Todopoderoso,
para que las misericordias del Señor nos alcancen cuanto antes.
Somete al dragón, la antigua serpiente que es diablo y Satán,
encadénalo y precipítalo en el abismo,
para que no pueda seducir a los pueblos. Amén
– He aquí la Cruz del Señor,
huyan potencias enemigas.
Venció el León de Judá,
el retoño de David.
-Que tus misericordias,
Oh Señor se realicen sobre nosotros.
Como hemos esperado de ti.
-Señor, escucha mi oración
Y que mis gritos se eleven hasta ti.
Oh Dios Padre Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu Santo Nombre, e imploramos insistentemente tu clemencia para que por la intercesión de María inmaculada siempre Virgen, nuestra Madre, y del glorioso san Miguel arcángel, te dignes auxiliarnos contra Satán y todos los otros espíritus inmundos que recorren la tierra para dañar al género humano y perder las almas. Amén".
Versión corta :
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén".
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén".
Castellano :
Português :
Italiano :
Pd:
si gustas puedes visitar los siguientes links relacionados al tema...
SAN JOSÉ,
RUEGA POR NOSOTROS,
QUE RECURRIMOS A TÍ...