Sin dudas, ...¡eres Padre!!..

Sin dudas, ...¡eres Padre!!..
..y maravillosamente sorprendente, siempre eres NOVEDAD!!...SIN DUDA ERES PADRE!!...

lunes, 22 de mayo de 2017

¡HE VISTO AL SEÑOR!!!..." ......(Santa María Magdalena)....





Queridos amigos:

Cuántas veces hemos llorado por diversas circunstancias y cuántas otras, también hemos sentido la experiencia de haber sido interpelados por el mismo Jesús:

"Mujer, 
¿Por qué lloras?
¿A quién buscas? .... " (cfr. Jn 20,15)

son precisamente las palabras que encontramos en el evangelio de san Juan, y que Jesús dirige a María Magdalena.
María Magdalena está desconsolada, el dolor la ciega y olvida la "Promesa"...olvida la Resurrección...
¡y ocurre!!..también nosotros a veces hemos olvidado su gran Promesa.
Entonces, Jesús la confronta y la cuestiona...
ella solo lo reconoce cuando la llama por su propio nombre:
"María" (cfr.Jn 20,16)... 
e inmediatamente la luz vuelve a ella y lo llama "Maestro" (cfr.Jn 20,16)...



Algo que es sintomático en la personalidad de Jesús es la gran capacidad de "alteridad" que demuestra siempre... "el otro", "mi prójimo", "mi hermano"...por ello se relaciona con mucha facilidad y no es excluyente.
Si bien, la llama por su nombre, con toda la carga afectiva, bíblica y literaria que se quiera atribuir...la invita a dar un "plus" : 

"Ve a mis hermanos y diles, que los espero en Galilea, allí me verán" (cfr. Mt 28,10)...

Es decir, el don de la noticia de la resurrección no era solo para ella, no es el final tranquilo y feliz de la historia de Jesús en la vida de María de Magdala..sino precisamente ¡el inicio de una misión!!. 



Recordemos

el dolor y el temor reinaban en los corazones de la primera comunidad, había persecución a los seguidores de Jesús...no muy diferente a nuestros días...
Ella acepta la misión, va donde los Apóstoles, pero inmediatamente no le creen (cfr. Mc 16,11).



El cuarto evangelio, nos narra bellamente como Pedro y Juan corren al sepulcro y la delicadeza del discípulo amado de esperar a Pedro y entrar juntos.



La "misión de anunciar", el "esperar", el "entrar juntos"...
La fuerza arrolladora de la resurrección..es cómo si quisiera decirnos : 
"solos no pueden, no podrán"...la fuerza de la comunidad de los creyentes una vez más se hace manifiesta...su Cuerpo Místico se inicia y adquiere fuerza por acción del Santo Espíritu de Dios y los motiva  a caminar juntos, porque solo en la unidad, él se manifestará, en la lucha por alcanzar el ideal, Anunciar a todos su Resurrección:
"donde dos tres se reúnan,
Yo estaré en medio de ellos" 
(cfr.Mt 18,20)




Por ello nuestra Madre la Iglesia, ha querido realzar ciertas actitudes típicas en María de Magdala que se tornan en relevantes por el influjo que tendrán en la vida de los futuros cristianos y del mundo entero :

a) Jesús la cura de "demonios"...entonces no era perfecta...



b) Es discípula del Maestro. Lo sigue...



c) Permanece fiel. Está presente en los momentos más álgidos de la Iglesia: la muerte de Jesús...



d) Olvida la promesa de la Resurrección, cegada por el dolor...va a ungir un "cadáver"...





e) Jesús la llama por su nombre. Y ella lo reconoce...


f) Jesús le da una misión :
Y Jesús les dijo: 
«No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán». (Mt 28,10)


g) Finalmente ha hecho una experiencia trascendental, ha visto al Señor


"María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor 

y que él le había dicho esas palabras". 

(Jn 20,18)




Nota:
Hay una tradición muy fuerte en la Iglesia que nos explica que, antes de que Jesús apareciese a María Magadalena, obviamente se le apareció primero a su Madre. La liturgia bizantina lo expresa bellamente el día del Sábado Santo. Si una madre puede intuir aquello que le puede estar sucediendo a su hijo,...¿qué puede haber experimentado la Virgen Madre el día del gran silencio..?
Particularmente, me fascina pensar en esa intuición materna y en ese encuentro primero intuitivo y después neumatizado que tuvieron Madre e Hijo. Ella que lo trajo a nuestro mundo por un libérrimo y amoroso Plan Divino de Dios, Ella lo ve por 1º vez en esa realidad eterna y sobrenatural.



I. María Magdalena 
en la Sagrada Escritura

Un dato para distinguir:

Obviamente sabemos que gracias a los estudios bíblicos, los datos se van clarificando con el correr de las generaciones pero lo fundante se mantendrá siempre : 
¡Jesús, el Profeta de Dios. 
Que vino a nosotros para recordarnos la misericordia extraordinaria del amor del Padre hacia cada uno de sus hijos!!...

Muchas veces se ha identificado a María Magdalena, con María la hermana de Marta y Lázaro, y también con la pecadora que unge los pies del Señor en la casa de Simón, el fariseo.

Existen dos teorías
la 1º que sustenta lo precedente y la 
2º que opta más bien por reconocer en los relatos bíblicos tres personajes distintos.

La Iglesia de Occidente se orientaba por la 1º teoría y la Iglesia de Oriente desde un principio apoyaba la 2º , es decir veía en María Magdalena, la mujer de la cuál Jesús expulsó "siete demonios", la misma que se convierte en su discípula y a la cuál le concedió la noticia de su Resurrección, enviándola a dar la noticia  a sus apóstoles.
Actualmente ambas Iglesias favorecen la 2º teoría.
Ya santo Tomás de Aquino la denomina "apóstol de los apóstoles".


Explicamos:
Según el dato bíblico,

1. María, la hermana de Lázaro y Marta.
2. La mujer pecadora, y
3. María Magdalena


1. María de Betania, la hermana de Lázaro y Marta.

a) Es la que que escucha a Jesús, sentada a sus sus pies y <<se lleva la mejor parte>>...según palabras de Jesús.




  • Lc 10, 38-42


38 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.
39 Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
40 Marta, que muy estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude».
41 Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas,
42 y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada».


b) Está presente en la resurrección de su hermano Lázaro

  • Jn 11


1 Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del pueblo de María y de su hermana Marta.
2 María era la misma que derramó perfume sobre el Señor y le secó los pies con sus cabellos. Su hermano Lázaro era el que estaba enfermo.
3 Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, el que tú amas, está enfermo».
4 Al oír esto, Jesús dijo: «Esta enfermedad no es mortal; es para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella».
5 Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6 Sin embargo, cuando oyó que este se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
7 Después dijo a sus discípulos: «Volvamos a Judea».
8 Los discípulos le dijeron: «Maestro, hace poco los judíos querían apedrearte, ¿quieres volver allá?».
9 Jesús les respondió: «¿Acaso no son doce la horas del día? El que camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo;
10 en cambio, el que camina de noche tropieza, porque la luz no está en él».
11 Después agregó: «Nuestro amigo Lázaro duerme, pero yo voy a despertarlo».
12 Sus discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, se curará».
13 Ellos pensaban que hablaba del sueño, pero Jesús se refería a la muerte.
14 Entonces les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto,
15 y me alegro por ustedes de no haber estado allí, a fin de que crean. Vayamos a verlo».
16 Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él».
17 Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro Días.
18 Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros.
19 Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano.
20 Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa.
21 Marta dio a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22 Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas».
23 Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».
24 Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día».
25 Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá:
26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?».
27 Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo».
28 Después fue a llamar a María, su hermana, y le dijo en voz baja: «El Maestro está aquí y te llama».
29 Al oír esto, ella se levantó rápidamente y fue a su encuentro.
30 Jesús no había llegado todavía al pueblo, sino que estaba en el mismo sitio donde Marta lo había encontrado.
31 Los Judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que esta se levantaba de repente y salía, la siguieron, pensando que iba al sepulcro para llorar allí.
32 María llegó adonde estaba Jesús y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto».
33 Jesús, al verla llorar a ella, y también a los judíos que la acompañaban, conmovido y turbado,
34 preguntó: «¿Dónde lo pusieron?». Le respondieron: «Ven, Señor, y lo verás».
35 Y Jesús lloró.
36 Los judíos dijeron: «¡Cómo lo amaba!».
37 Pero algunos decían: «Este que abrió los ojos del ciego de nacimiento, ¿no podría impedir que Lázaro muriera?».
38 Jesús, conmoviéndose nuevamente, llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra encima,
39 y le dijo: «Quiten la piedra». Marta, la hermana del difunto, le respondió: «Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto».
40 Jesús le dijo: «¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?».
41 Entonces quitaron la piedra, y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, te doy gracias porque me oíste.
42 Yo sé que siempre me oyes, pero le he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».
43 Después de decir esto, gritó con voz fuerte: «¡Lázaro, ven afuera!».
44 El muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: «Desátenlo para que pueda caminar».
45 Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él.
46 Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
47 Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos.
48 Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación».
49 Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: «Ustedes no comprenden nada.
50 ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?».
51 No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación,
52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.
53 A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús.
54 Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí permaneció con sus discípulos.
55 Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a Jerusalén para purificarse.
56 Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: «¿Qué les parece, vendrá a la fiesta o no?».
57 Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno conocía el lugar donde él se encontraba, lo hiciera saber para detenerlo.


c) Derrrama perfume sobre los pies del Señor y los seca con sus cabellos


  • Jn 11, 1; 12, 3

Capítulo 12

1 Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.
2 Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
3 María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.
4 Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
5 «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?».
6 Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
7 Jesús le respondió: «Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.
8 A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre».
9 Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.
10 Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
11 porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús a causa de él.


2. La mujer pecadora

a) La mujer que unge los pies de Jesús en la casa de Simón. el Fariseo




  • Lc 7, 36-50

Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa.
37 Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume.
38 Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.
39 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!»
40 Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». «Di, Maestro!, respondió él.
41 «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta.
42 Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos amará más?».
43 Simón contestó: «Pienso que aquel a quien perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado bien».
44 Y volviéndose hacia la mujer, dijo de Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos.
45 Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies.
46 Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies.
47 Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor».
48 Después dijo a la mujer: «Tus pecados te son perdonados».
49 Los invitados pensaron: «¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?».
50 Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz».


3. María Magdalena

a) Una de las mujeres que seguían a Jesús.




  • Mt 27, 56

56 Entre ellas estaban María Magdalena, María –la madre de Santiago y de José– y la madre de los hijos de Zebedeo.


  • Mc 15, 47

47 María Magdalena y María, la madre de José, miraban dónde lo habían puesto.

  • Lc 8, 2

2 y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios


b) Jesús la había liberado de "siete demonios"




  • Lc 8, 2 
  • Mc 16, 9

9 Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios.

c) Está presente en su Pasión





  • Mc 15, 40

40 Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé..

d)  Y al pie de la Cruz con María, la Virgen Madre.


              
  • Jn 19, 25

25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.

e) Ve de lejos como lo sepultan




  • Mc 15, 47


f) Es la primera a quién se le aparece Jesús resucitado.




  • Mt 28, 1-10 


1 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro.
2 De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Angel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella.
3 Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve.
4 Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.
5 El Angel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.
6 No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba,
7 y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».
8 Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.
9 De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.
10 Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».


  • Mc 16, 9

9 Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios.

  • Jn 20, 14

14 Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.

g) Confunde a Jesús con el hortelano



  • Jn 20, 15

15 Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo».

h) Es enviada a dar la noticia de la resurrección a los apóstoles




  • Mt 28,7
7 y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».

  • Mc 16,7
7 Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho».

  • Lc 24,10
10 Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles,

  • Jn 20, 18

18 María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.





II. María Magdalena y la 

Resurrección de Jesús

Es en los libros de los Evangelios donde encontramos las referencias a María Magdalena en el gran acontecimiento de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.



A continuación les dejo los textos bíblicos donde ella aparece, intento resaltar "los movimientos de su persona" a través de sus sentimientos/emociones, frases y actitudes que exterioriza. 
He asignado un color para el mejor análisis de cada uno de ellos.


Clave de lectura : 
sentimientos y emociones / frases / actitudes



Mateo. Capítulo 27, 55-61

55 Había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo.

56 Entre ellas estaban María Magdalena, María –la madre de Santiago y de José– y la madre de los hijos de Zebedeo.

57 Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús,

58 y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran.

59 Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia

60 y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue.

61 María Magdalena y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro.

Mateo Capítulo 28, 1-10

1 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro.
2 De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Angel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella.

3 Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve.

4 Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.

5 El Angel dijo a las mujeres: «No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.

6 No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba,

7 y vayan en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán». Esto es lo que tenía que decirles».

8 Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.

9 De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.

10 Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».


Marcos Capítulo 16, 1-15

1 Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús.

2 A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.

3 Y decían entre ellas: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?»

4 Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande.

5 Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas.

6 pero él les dijo: «No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto.

7 Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho».

8 Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.

9 Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios.

10 Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban.

11 Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.

12 Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado.

13 Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.

14 En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado.

15 Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.


Lucas. Capítulo 8

2 y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedadesMaría, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;

3 Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.


Lucas. Capítulo 24, 1-10


1 El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado.

2 Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro

3 y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

4 Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes.

5 Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?

6 No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea:

7 «Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día».

8 Y las mujeres recordaron sus palabras.

9 Cuando regresaron del sepulcro, refirieron esto a los Once y a todos los demás.

10 Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles,..

Juan 20. Capítulo 1, 1-18


1 El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.

2 Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

3 Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.

4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.

5 Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.

6 Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo,

7 y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte.

8 Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó.

9 Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.

10 Los discípulos regresaron entonces a su casa.


Juan 20. 11-18

11 María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro

12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.

13 Ellos le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?». María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
14 Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.

15 Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo».

16 Jesús le dijo: «¡María!». Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es decir «¡Maestro!».

17 Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes».

18 María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.



III. María Magdalena en la Liturgia:




El día 22 de julio, la Iglesia recuerda a santa María Magdalena.
Por pedido expreso de Papa Francisco, la celebración de su Memoria pasó a ser elevada al rango de Fiesta, es decir será celebrada universalmente en la Iglesia, por decreto emitido por la Congregación para el Culto Divino el 6 de junio del 2016.



La iconografía la representa generalmente con el recipiente de bálsamo entre las manos, recordando así su gesto trascendental:



"Pasado el sábado, María Magdalena, 

María, la madre de Santiago, y Salomé 

compraron perfumes 

para ungir el cuerpo de Jesús". 

(Mc 16,1)


La Liturgia Bizantina, honra a estas mujeres buenas y piadosas, el primer domingo después de Pascua, denominando a este día : "el domingo de las miróforas"...es decir de aquellas que portan aromas...







2.  Dos lecturas a meditar :



  • Liturgia de las Horas



SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los Evangelios
(Homilía 25, 1-2. 4-5: PL 76, 1189-1193)
ARDÍA EN DESEOS DE CRISTO, A QUIEN PENSABA QUE SE LO HABÍAN LLEVADO

Castellano : 


Italiano :




Português :




  • HOMILÍA DEL PREDICADOR DE LA CASA PONTIFICIA
PADRE RANIERO CANTALAMESSA O.F.M.CAP.
Basílica de San Pedro
Viernes Santo, 6 de abril de 2007

Español :


Italiano :


Português:


Français:








3.  Lecturas sugeridas :
a continuación les dejo unas lecturas que se que les gustarán mucho...


  • Zenit :

Italiano:




















Castellano:












Inauguran un parque arqueológico en el pueblo de María Magdalena


English:

















Portuguès:






Français :









  • Rome Reports :

Castellano:




Inauguran un parque arqueológico en el pueblo de María Magdalena

English:










Santi Beati . Maria Maddalena.

Post Blogger  :

¡Resucitó de veras mi amor y mi Esperanza!!!...: ¡DOMINGO DE RESURRECCIÓN!!..


V.  Bibliografía :


  • La Biblia

Castellano :

La biblia. Santa Sede


Italiano :

La Bibbia. La Santa Sede



English :

The Bibble. The Holy See




Queridos amigos :

les deseo que la vida de María Magdalena pueda ir formando en cada uno de ustedes un deseo sólido de vivir y anunciar la gran experiencia de Cristo Resucitado para cada uno de nosotros.

Y que al igual que a ella...
Jesús también nos llama por nuestros propios nombres para poder experimentar también la inefabilidad de la Vida Eterna, hoy ¡"aquí"!!...y mañana ¡"allá"!!!...en esas realidades eternas y maravillosas que superarán toda expectación humana. ¡Gracias!!..




"¡He visto al Señor!!"...