Queridos hermanos,
meditemos siempre la Palabra de Dios. Ella siempre vendrá a renovarnos en la FE.
Debemos tener claro que solo estamos de paso por este precioso mundo, pero, a continuación de esta etapa nos espera una etapa maravillosa en la cual podremos contemplar al Dios mismo y todas sus maravillas, todas las realidades celestes que aquí hemos estudiado y aprendido se tornarán allí experiencia y vida plena, y nunca mejor dicho: ¡vivificante!.
Esta etapa aquí es perentoria, caduca. Nos vamos como llegamos a este mundo sin nada. Demos un correcto uso a los bienes materiales que el Señor, nuestro Dios nos ha concedido, ayudemos al necesitado, cuidemos de nuestros padres y ayudémosles a comprender que el Cielo, es en realidad nuestra Casa Paterna, nuestra verdadera casa; y que esta vida es solo una preparación para llegar a ella.
Muy feliz y santa meditación de los siguientes textos que nos recuerdan que cuando llega la hermana muerte a nuestros hogares, o a nuestra propia vida, también es motivo de alegría, ya que, estamos mucho más cerca de todo aquello que hemos orado, de Aquel (Papá Dios) a quién dirigimos todas nuestras peticiones e invocaciones, de aquella (Virgen María) que motivo nuestros infinitos Rosarios, de aquél (San José, Custus Virginum) a quien pedimos tanto que nos custodie y proteja a nuestras familias, de Aquél que nos inspiró y aleteaba en nuestro interior (el Espíritu Santo), de aquellos a quienes implorábamos que nos protejan del maligno, que nos anuncien cosas bellas y vengan a sanar nuestras heridas (los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael)...y de esos santos varones y santas mujeres que nos inspiraron a elegir siempre el bien a través de cada una de sus vidas maravillosas...
ÍNDICE
Misa para las exequias de un niño bautizado
Misa para las exequias de un niño no bautizado
Conmemoración especial de los difuntos
PREFACIOS :
- La esperanza de la resurrección en Cristo
- Cristo ha muerto para nuestra vida
- Cristo, salvación y vida
- La vida terrena y la gloria celeste
- Nuestra resurrección por medio de la victoria de Cristo
Fuente :
Misal Romano completo.
Andrés Pardo
Madrid. 1988
B.A.C
- Apéndice III. Misa de difuntos. pg. 98-102. 1307-1324.
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ORACIONES
Misa para las exequias de un niño bautizado
A
* RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Mt 25,34.
Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. (T.P. Aleluya)
ORACIÓN COLECTA
Dios de amor y de clemencia, que en los planes de tu sabiduría has querido llamara a ti, desde el mismo umbral de la vida, a este niño, a quien hiciste hijo tuyo de adopción en el bautismo; escucha con bondad nuestra plegaria y reúnenos un día con él en tu gloria, donde creemos que vive ya contigo. Por nuestro Señor.
* LITURGIA DE LA PALABRA
* LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, nuestras ofrendas y concede a estos padres, que con dolor te devuelven el hijo que de ti habían recibido, el gozo de abrazarlo nuevamente llenos de alegría en tu reino. Por Jesucristo.
Prefacio de difuntos
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Rom 6,4.8.
Sepultados por el bautismo con Cristo en la muerte, creemos que también viviremos con él.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la comunión del cuerpo y la sangre de tu Hijo, muerto en la cruz y resucitado a una vida nueva, has alimentado, Señor, en nosotros la esperanza de la vida eterna; concede, pues, a los que han participado en estos santos misterios, ayuda en las dificultades y consuelo en las lágrimas de esta vida. Por Jesucristo.
B. Otras oraciones
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte de este niño, concede, a quienes acatamos con dolor tu voluntad de llevártelo, el consuelo de creer que vivir eternamente contigo en la gloria. Por nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda como signo de nuestro total abandono en tus manos; y a los que nos sometemos con paz y confianza a los designios de tu providencia, ayúdanos con el consuelo de saber que cuidas amorosamente de nosotros. Por Jesucristo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Misa para las exequias de un niño no bautizado
Si algún niño, a quien los padres querían bautizar, muere antes del bautismo, el Ordinario del lugar, considerando las circunstancias pastorales, puede permitir que se celebren las exequias en la misma casa del difunto, o también según el tipo de exequias que se emplean para los demás en la región.
En las exequias téngase, según es costumbre, la liturgia de la palabra como se especifica en el Ritual. Si alguna vez se considera conveniente la celebración de la Misa, utilícense los textos que siguen.
En la catequesis se ha de tener muy en cuenta no oscurecer ante los fieles la doctrina de la necesidad del bautismo.
* RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Apocalipsis 21,4.
Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.
ORACIÓN COLECTA
Recibe las súplicas de tus fieles, Señor, y conforta con la esperanza de tu misericordia a quienes se sienten abatidos por la pérdida de un hijo. Por nuestro Señor.
O también :
¡Oh Dios!, conocedor de los corazones y consuelo del espíritu, tú conoces la fe de estos padres; dales el consuelo de creer que el hijo, cuya muerte lloran, esta en manos de tu misericordia. Por nuestro Señor.
* LITURGIA DE LA PALABRA
Véase el leccionario de difuntos.
* LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dígnate, Señor, recibir esta ofrenda como signo de nuestro total abandono en tus manos; y a los que nos sometemos con paz y confianza a los designios de tu providencia, ayúdanos con el consuelo de saber que cuidas amorosamente de nosotros. Por Jesucristo.
Prefacio de difuntos.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Is 25,8
El Señor aniquilará la muerte para siempre y Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la comunión del cuerpo y la sangre de tu Hijo, muerto en la cruz y resucitado a nueva vida, has alimentado, Señor, en nosotros la esperanza de la vida eterna; concédenos, pues, a los que han participado en estos santos misterios, ayuda en las dificultades y consuelo en las lágrimas de esta vida. Por Jesucristo.
Conmemoración especial de los difuntos
En circunstancias especiales, aunque no se trate de la Misa exequias propiamente dicha, se puede terminar la celebración con el siguiente rito, para cuya realización no se debe preparar ningún túmulo o lienzo.
Dicha la poscomunión, el sacerdote introduce el rito con la siguiente
MONICIÓN
Antes de terminar esta celebración, vamos a orar de un modo especial por los difuntos que son objeto de nuestro recuerdo (que están enterrados en este cementerio) (cuyos restos mortales descansan aquí). Que esta oración sea signo de nuestra fe y aliente nuestra esperanza.
Se canta el siguiente responsorio u otro canto apropiado
RESPONSORIO
Creo que mi Redentor vive y que al final de los tiempos he de resucitar del polvo. *Y en esta carne mía contemplaré a Dios, mi Salvador.
V/. Lo veré yo mismo, no otro; mis propios ojos lo contemplarán.
*Y en esta carne mía...
Mientras tanto, si en el lugar hay sepultura de los fieles, el sacerdote las puede asperjar e incensar.
Después pronuncia lo siguiente
ORACIÓN
Oremos: ¡Oh Dios!, Creador y Redentor nuestro, concede a tus siervos difuntos el perdón de todos sus pecados, y por estas súplicas fraternas alcancen de ti la misericordia que siempre desearon. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todo el rito concluye con la bendición final de la Misa o con esta bendición más solemne:
BENDICIÓN
- El Dios de todo consuelo, que con amor inefable creó al hombre y en la resurrección de su Hijo ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar, derrame sobre vosotros su bendición.
R/. Amén.
- Él conceda el perdón de toda culpa a los que aún vivimos en el mundo, y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz.
R/. Amén.
- Y a todos nos conceda vivir eternamente felices con Cristo, al que proclamamos resucitado de entre los muertos.
R/. Amén.
- Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y os acompañe siempre.
R/. Amén.
PREFACIOS
Prefacio I de difuntos
La esperanza de la resurrección en Cristo
Este prefacio se dice en la misa de difuntos.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
En él brilla la esperanza
de nuestra feliz resurrección;
y así,
aunque la certeza de morir nos entristece,
nos consuela la promesa
de la futura inmortalidad.
Porque la vida de los que en ti creemos, Señor,
no termina, se transforma;
y, al deshacerse nuestra morada terrenal,
adquirimos una mansión eterna en el cielo.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Prefacio II de difuntos
Cristo ha muerto para nuestra vida
Este prefacio se dice en la misa de difuntos.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno;
es más, quiso entregar su vida
para que todos tuviéramos vida eterna.
Por eso,
unido a los coros angélicos,
te aclamamos llenos de alegría.
Santo, Santo, Santo...
Prefacio III de difuntos
Cristo, salvación y vida
Este prefacio se dice en la misa de difuntos.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno
por Cristo, Señor nuestro.
Porque él es la salvación del mundo,
la vida de los hombres,
la resurrección de los muertos.
Por él,
los ángeles te cantan con júbilo eterno
y nosotros nos unimos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
Prefacio IV de difuntos
La vida terrena y la gloria celeste
Este prefacio se dice en la misa de difuntos.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque tu voluntad nos da la vida,
tus decretos la dirigen
y un mandato tuyo,
en castigo del pecado
nos devuelve a la tierra
de la que habíamos sido sacados.
Y también te damos gracias
porque, al redimirnos con la muerte
de tu Hijo Jesucristo,
por tu voluntad salvadora
nos llevas a nueva vida
para que tengamos parte
en su gloriosa resurrección.
Por eso,
cómodos ángeles te cantan en el cielo,
así nosotros en la tierra
te aclamamos diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Prefacio V de difuntos
Nuestra resurrección por medio de la victoria de Cristo
Este prefacio se dice en la misa de difuntos.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo darte gracias
y deber nuestro glorificarte,
Padre santo.
Porque si el morir se debe al hombre,
el ser llamados a la vida con Cristo
es obra gratuita de tu amor,
ya que, habiendo muerto por el pecado,
hemos sido redimidos por la victoria de tu Hijo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo,
así nosotros te proclamamos en la tierra,
diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
NOTA
Si gustas, puedes visitar los sgtes. links:
- I Meditando el CIELO. Oraciones por los difuntos
- II Meditando el CIELO. Oraciones por los difuntos
- III Meditando el CIELO. Oraciones por los difuntos
Y estos ...
I. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas del Antiguo Testamento
II. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas del Nuevo Testamento
III. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Salmos Responsoriales
IV. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Aleluya y versículos antes del Evangelio
V. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Evangelios
VI. MEDITANDO LA MUERTE. Lecturas bíblicas. Exequias niños
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